Puerto Williams es exactamente como uno espera que sea el “último” lugar del mundo, un hermoso rinconcito donde esconderse de lo salvaje de la naturaleza que hay alrededor. Llegar no es nada de fácil ni barato, pero cada vez más y más turistas tienen la misma idea de ir al lugar más austral de América.
La ciudad de Puerto Williams está situada en la Isla Navarino, frente a las costas del canal Beagle, al sur de Chile y donde termina el continente Americano. Su población es de 2.200 habitantes y la mayoría trabaja en la base naval de la armada chilena; el resto se dedican a la pesca de centolla y al turismo.
¿Cómo llegar a la isla?
El tomar la decisión de ir hasta la isla navarino no es fácil, se requiere de planificación, tener días de sobra para poder perder y un poco de suerte con el clima. Desde Chile existen dos modalidades para poder cruzar a Puerto Williams: volando o navegando. Todos dicen que el viaje en barco es mucho más lindo que en avión, pero ya que nosotros no habíamos planificado cruzar a la isla, tuvimos que tomar el avión, que era lo único que tenía cupos.
Acá va toda la información del cruce para que elijas la forma que más vayas a disfrutar, con tiempo.
1. Volando por el estrecho de Magallanes
Desde la ciudad de Punta Arenas, existen vuelos regulares en Aerovías DAP hasta Puerto Williams (y viceversa). Los vuelos operan de lunes a sábado y parten a las 10 de la mañana. La duración del viaje es de entre 45 minutos y una hora 15; esto depende de la aeronave que tomes: una avioneta twin otter o el avión BAE (lo que es al azar). Trata de reservar un asiento en la ventana y no te duermas durante el recorrido, porque si el tiempo te acompaña vas a poder ver los glaciares de la isla Grande de Tierra de Fuego, el Estrecho de Magallanes y la ciudad Argentina de Ushuaia.
Desde Noviembre a Marzo, es la temporada alta para el sur de Chile, así que organiza tu viaje y compra con anticipación tus pasajes, porque los aviones son chicos y no hay demasiados cupos. El valor del ticket one way va desde los $70.000 CLP aprox. unos USD 107.
2. Navegando a través de los fiordos
Si tienes más tiempo y la suerte de encontrar pasajes, la empresa Austral Broom opera un ferry que se demora 32 horas aprox. en llegar desde Punta Arenas a Puerto Williams (y viceversa). Los días de salida hacia la isla generalmente son todos los jueves del mes a las 18 hrs. y algunos lunes a la una de la madrugada.
Este viaje atraviesa los fiordos y canales del Parque Nacional Alberto de Agostini y si la cantidad de luz solar acompaña, en los meses de verano se pueden ver algunos glaciares. Las acomodaciones son básicas y puedes elegir entre asiento semi- cama y cama. Los precios van desde los $108.000 pesos chilenos aproximadamente (USD 165), one way.
3. Cruzando el Canal Beagle desde Argentina
Si es que quieres ir desde Argentina a Puerto Williams (o viceversa), lo mejor es cruzar el canal Beagle en ferry, desde la ciudad de Ushuaia. Nosotros hicimos este viaje desde Puerto Williams hacia Ushuaia y si bien es muy bonito, los precios son bastante caros para la calidad del servicio. Lamentablemente una vez en Puerto Williams, hay que resignarse a pagar, porque para salir de la isla, todos los transportes cuestan prácticamente lo mismo.
De lunes a sábado salen embarcaciones desde y hacia la isla Navarino. Todas las salidas son en la mañana, a eso de las 9 a.m. Desde Argentina lo primero que se hace es pasar por la aduana, así que no olvides tu pasaporte o documento de identificación. Luego se realiza una navegación en lancha por el canal Beagle, de unos 30 minutos y más tarde, una vez que ya estás en Puerto Navarino, Chile, un transfer te lleva por tierra hasta Puerto Williams. El viaje es muy bonito porque recorre por aproximadamente 1 hora 15 minutos, toda la costa de la isla.
En Ushuaia puedes encontrar muchas agencias de viajes que ofrecen el cruce, pero vamos a recomendar a la compañía chilena que lo realiza, porque es bastante más “económica” que las Argentinas. Hielos Antárticos hace la ruta desde y hacia Ushuaia por USD 120 ($78.500 pesos chilenos aprox.) one way. Si tu viaje es desde la isla, puedes comprar el ticket en las agencias de turismo de la ciudad por el mismo precio; pero nuevamente recuerda que son embarcaciones pequeñas, así que reserva al menos un día antes.
¿Qué hacer en Puerto Williams?
Una vez en Puerto Williams la experiencia se vuelve memorable, los habitantes de la isla tienen ese aire de ciudad escondida y cuando llegas te sonríen como si hubieras logrado algo especial. La ciudad es pequeña pero con un encanto que hace que te quieras quedar más de tus cuatro o cinco días programados. A simple vista no hay mucho que hacer, pero apenas te instalas en uno de los hostales u hoteles, los mismos viajeros te cuentan el porqué llevan tanto más tiempo que el pronosticado viviendo en este lugar.
Si quieres un lugar más lujoso, aparte de los 4 o 5 hostales que hay, también puedes encontrar hoteles que puedes reservar en línea.
Nosotros nos quedamos en el Hostal Refugio El Padrino, en el que es imposible hacer reserva y solamente debes llegar y ver por ti mismo si hay alguna cama libre. Así que es cuestión de suerte y suerte bien digo porque el ambiente del hostal es justo la dosis de calor que se necesita después del viaje a un lugar tan lejano.
1. La mayoría de quienes llegan a Puerto Williams tienen claro su objetivo: Los Dientes de Navarino, el trekking más austral del mundo, con una duración de entre 5 y 7 días (dependiendo de las condiciones climáticas). Esta caminata te lleva por las profundidades de la montaña durante 50 km. La ruta está marcada por 38 hitos, señalizados de manera bastante rudimentaria, a través de piedras, estacas y marcas en los árboles. El paisaje y los tipos de vegetación diversos que puedes ver son impresionantes, una experiencia distinta a cualquier cosa, porque el tipo de clima que hay en Puerto Williams es extremo.
Durante la ruta no hay servicios y ya que no está bien señalizada es fundamental llevar un GPS, además de equipamiento para el frío, viento, lluvia y nieve. Si tienes exceso de equipaje te recomendamos dejar las maletas en la ciudad y agarrar sólo una mochila. Stasher ya va rumbo a Puerto Williams.
Y si no tienes el equipo o no quieres caminar tanto tiempo, se puede hacer una parte de la ruta (hasta el hito 10), durante el día. Este recorrido no deja de ser peligroso y largo (10 horas ida y vuelta), e igualmente debes estar preparado con ropa y accesorios adecuados. El trekking no es apto para principiantes, así que sólo lánzate si tienes alguna experiencia en montañismo y harto aguante.
2. Otro de los imperdibles de la ciudad es el Museo Antropológico Martin Gusinde, dedicado a la conservación del patrimonio cultural y antropológico del archipiélago de tierra del fuego. Su colección más impresionante son los vestigios de la cultura yagán, que se asentó en el lugar hace más de 7.000 años. En el Museo también se da cuenta de la evolución de los habitantes de la Isla Navarino, su tradición canoera y su mezcla con los colonos. Aparte de todo lo interesante de las historias que hay en el museo, el lugar en sí es también muy bonito desde una perspectiva arquitectónica. La entrada es gratuita.
Horarios: Noviembre a Marzo: Martes a Viernes, de 9:30 a 13:00 hrs. – 15:00 a 18:00 hrs. Sábados y domingos, de 14:30 a 18:30 hrs.
Abril a Octubre: Martes a Viernes, de 9:30 a 13:30 hrs. – 14:30 a 17:30 hrs. Sábado, de 14:30 a 17:30 hrs.
3. Justo a las afueras de la ciudad (a 2,5 kilómetros del centro) se encuentra el Parque Etnobotánico Omora, que en lengua yagán significa colibrí, un jardín de unas 1000 hectáreas en donde encuentras una colección de árboles como el Coigüe, el Nirre y la Lenga, además de arbustos, líquenes y hongos nativos de la isla. En uno de los rinconcitos de este gran parque vive un hermoso bosque en miniatura, que alberga el 5% de la diversidad mundial de musgos y hepáticas. La entrada es liberada y está siempre abierto.
4. Si quieres ir aún más lejos, a 3 horas de viaje en barco desde Puerto Williams, se encuentra Puerto Toro, el asentamiento humano permanente más al sur del mundo (excluyendo las bases militares y la Antártida). Unos 32 habitantes viven en este pueblo que se sustenta en base a los productos del mar y a una barcaza que llega una vez por mes. En ella aparte de ir víveres y gente de la zona, pueden subir turistas. El viaje es gratis, pero tienes que reservar tu cupo, hablando con la Municipalidad de Cabo de Hornos (los cupos se privilegian para residentes o gente que deba trasladarse obligatoriamente).
5. Perderse por la isla, es el último consejo para hacer. Camina hacia cualquier lado y siente la desconexión, el olor a limpio del aire y el viento que viene de la Antártica. Durante la caminata alrededor de la ciudad, te puedes encontrar con cosas muy bonitas, como el Parque Ukika, al que lo bordea un río de agua muy limpia y helada, o puedes parar justo al lado de la Villa Ukika, en donde habitan los últimos descendientes del pueblo yagán. Pero más que nada piérdete y disfruta del paisaje.
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